Heredé este oficio de mi abuelo Pedro, quien no solo me enseño a hacer cuchillos sino a leer los distintos colores del acero al trabajarlo. En los años sucesivos solo cree cuchillos para regalar a amistades más cercanas. En el 2005 comienza formalmente La Antigua Fragua. Las primeras piezas fueron hechas a partir del reciclado de metales, principalmente provenientes de autos y barcos. El primer cuchillo icónico fue La Biela, como lo dice su nombre, un cuchillo creado a partir de esa parte del motor. El primer punto de venta fueron las ferias artesanales de Buenos Aires, pero el constante trato con turistas y la fuerte relación que surgía a partir de la venta de un cuchillo único y con espíritu, hicieron que el mercado se abriera internacionalmente. En el 2009 la producción se enfoca sólo a la creación de Acero de Damasco, y comienzan las exposiciones en los grandes salones de cacería de París. He recibido más de 10 premios por mi trabajo en distintas partes del mundo, participado en entrevistas y cortos sobre mi trabajo y participado del programa Forjado A Fuego en Estados Unidos.